A partir de la cuarentena por coronavirus nos hemos vuelto fanáticos del delivery y es habitual que pidamos comida a domicilio aun cuando no tengamos ningún impedimento para salir a comerla afuera. Pero nos gana la comodidad , aunque a veces el pedido venga equivocado, o como en este caso, con una porción de menos.
Es un trastorno reclamar y devolver la comida cuando no nos entregaron lo que habíamos encargado. en algunos casos, los restaurantes se hacen cargo de su error y envían un nuevo pedido sin cargo, pero en otros es más complicado, y uno se queda con las ganas de comer.